Un gol en propia puerta de Saúl cuando el partido agonizaba
aplazó las aspiraciones de La Rojita de dar un puñetazo encima de la
mesa y de encarrilar el camino hacia la Eurocopa Sub-21 del próximo año.
Habrá que seguir luchando en las dos últimas jornadas en un grupo
tremendamente parejo, como también parejo fue el duelo entre Suecia y
España, segunda y tercera en la clasificación por detrás de Croacia.
Esta vez Celades pobló el centro del campo con Mikel Merino por detrás de Saúl y Óliver, lo que mandó a un costado a Denis Suárez. El técnico premió así al mediocentro navarro, espléndido ante San Marino e igualmente determinante ante los suecos. Lo que muchas selecciones sueñan con tener, jugadores con naturalidad para distribuir en mediocampo, lo posee España también en Merino, fichado por Tuchel para el Dortmund pero resignado a no jugar la Champions al no haber sido inscrito. Su presencia permitió ver a un Saúl más liberado y con llegada, justo donde él se siente más cómodo.
El partido tuvo pocos huecos y apenas lugar para la alegría. La Rojita lo quiso dominar desde el principio y así lo hizo, aunque con el respeto lógico que supone siempre el exceso de precipitación. La diferencia entre perder y ganar era tan grande esta vez que España hizo porque no sucediera lo primero. Aún así, Denis Suárez pudo marcar desde lejos ante la poblada defensa sueca, siempre bien armada en cuanto a colocación y coberturas. Suecia, actual campeona de Europa de la categoría, limitó sus bazas al juego aéreo y al balón parado. De hecho, puso en apuros a Pau López en un par de envíos directos, propiciados casi siempre por faltas en la frontal perfectamente ahorrables por parte de jugadores españoles.
El partido no permitía errores y sí premiaba a quien más templanza tuviera. Había que esperar el momento. Y llegó. Deulofeu, el más ‘veterano’ de los jugadores de La Rojita, el que más tablas y experiencia tiene, encontró por fin los espacios que le faltaban en la banda y pudo dibujar un desmarque sobre la espalda de los centrales que Bellerín vio con la precisión de los cirujanos. El extremo del Everton batió bien por bajo al portero sueco y puso por delante a España, seguramente la tarea más difícil que le iba a tocar hacer frente. Fue su 15º tanto con la Sub-21, lo que le permite igualar a Rodrido Moreno como máximo goleador histórico del segundo equipo nacional.
El gol templó el pulso español y aceleró el sueco. Celades sabía que con tener el balón era suficiente para defender el fútbol directo sueco y puso a Williams para aprovechar alguna contra y liquidar. A Suecia empezó a perseguirle el fantasma que sobrevuela cuando un campeón continental se ve contra las cuerdas. Pese a ello, insistió en los balones largos, en la acumulación de jugadores para las segundas jugadas, en buscar dudas en una zaga española que no se podía confiar. Todo fue bien hasta los últimos minutos, cuando Suecia se lanzó sin red a por el empate. Lo pudo lograr Nilsson con un penalti de Pau López que lanzó Nilsson al larguero. Sin embargo, la historia resultó más cruel. Saúl, el refuerzo que bajó de la absoluta para este encuentro, metió en su portería el balón en un córner sin peligro y dejó en el aire una clasificación que deberá dirimirse en los dos próximos encuentros. Hay margen, hay esperanza. Queda confiar en estos jugadores.
Fuente: As
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