31 de agosto de 2016. Bastian Schwensteiger dice adiós a la selección
alemana. Borussia Park de Mönchengladbach es el escenario. Aquel “rubio
que se calienta como una moto” lo vuelve a hacer. Esta vez no con una
ira incontrolable. La calidez del público y del momento le sumerge en un
profundo instante de tristeza. Las lágrimas intentan asomarse por sus
ojos. Bastian dice que no. Se esfuerza, pero no lo consigue. Esta vez la
emoción le ha sacado tarjeta roja. Aquel rostro inmaculado durante los
partidos rompe a llorar. Las palabras dedicadas hacia su figura y el
saber que es la última vez que se pone la camiseta de la selección son
los detonantes.
3 de septiembre. Esto ya es historia. Bastian todavía sigue en una nube.
No ha despertado del sueño. Ha ganado muchos títulos, aquella despedida
los supera con creces. Ese miércoles que cerraba el verano siempre
quedará en su memoria. Se lo merece. Desde aquí, España, observo y
reflexiono. Ha sido grande, pero podía haber sido más. Yo soy culpable.
Bueno, yo no, sino los que me han representado durante años como nadie
jamás lo había hecho. La selección Española ha privado al bávaro de un
Mundial y dos Eurocopas. Muchos culpables hay en ese hecho. Ellos
también merecen un homenaje. Lamentablemente, jamás lo han tenido.
Definitivamente, pienso que no hemos sabido agradecer lo que hemos
tenido.
Vosotros, héroes
Tú Casillas, con el que he tenido desavenencias en los
últimos años, sacaste un pie cuando mi corazón ya estaba a punto de
romperse en mil pedazos. Aquel sueño se iba a convertir en pesadilla,
pero tu fuiste mi ángel de la guarda. Tú Puyol, me
enseñaste que con el corazón se llega a donde uno quiera llegar. Ese
remate de cabeza ante Alemania en la Mundial de 2010 es un frame grabado
a fuego en mi memoria. Tú Xavi Hernández, me hiciste
quererte cuando con tu equipo no podía soportarte. Aquella exhibición
ante Rusia supera a muchos cuadros expuestos en museos. Tú, David Villa,
fuiste aquel delantero que convirtió el gol en una rutina. Empezábamos
ganando siempre uno a cero gracias a ti. No sabes la de tranquilizantes
que has ahorrado. Tú, Alonso, Marchena, Senna, Capdevila, Torres, Luis Aragonés, Del Bosque… Y podría
seguir. Hay algo que comparten en sus figuras. Son nuestros héroes
eternos y jamás se volverán a poner la camiseta de la selección.
Un último adiós
Fuente: spherasports
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