Sin embargo, pocos conocen cómo encarar los hábitos cotidianos que resultarán afectados durante las próximas cinco semanas.
Los consultores en materia de seguridad, bomberos y otros con espíritu de ermitaños son los que, por su experiencia, pueden formular los más acertados consejos para hacer más llevadera la denominada dieta eléctrica.
José Luis Vargas, un oficial retirado del Cuerpo de Bomberos de Caracas, lamenta que cada vez que se suscita una interrupción eléctrica a los ciudadanos lo primero que se les viene a la cabeza es buscar unas velas para alumbrarse. El especialista asegura que según estadísticas, el 30% de los incendios en los hogares son provocados por velas que son dejadas olvidadas. Dice que también la fatalidad acecha cuando en el hogar hay “muchachos tremendos”.
El ex bombero recomienda mantener a mano una linterna con pilas recargables. Vargas admite además que las mujeres sufrirán en mayor medida el ayuno energético, pues algunas mañanas ya no podrán usar el secador de pelo, la licuadora para prepararse jugos ni el útil microondas.
Observa que las personas se verán obligadas a incrementar su actividad cardiovascular al utilizar más las escaleras en lugar del ascensor para llegar hasta sus apartamentos. Asegura también que ante la carestía de los productos cárnicos, algunas amas de casa tendrán que aprender las añejas técnicas de conservación de alimentos como la salazón o el encurtido, pues cada día las neveras se verán apagadas durante cuatro horas.
Respecto a la seguridad personal los vecinos tendrán que agudizar sus sentidos o aplicar normas para mantener cerrados los portones de los edificios, reactivar aquellos viejos teléfonos que no requieren electricidad para mantenerse en contacto con las autoridades encargadas de vigilar los precintos cercanos a sus residencias.
“Esta situación nos cambiará la rutina, pero la sensatez y el sentido común servirán para palear la crisis de la cual saldremos pronto”, acotó.
Fuente:Notitarde
0 comentarios:
Publicar un comentario