viernes, 19 de agosto de 2016

Oro con sabor venezolano


Cristian Toro, a los 24 años de edad, se coronó campeón de la prueba K2 en 200 metros del canotaje de velocidad, junto a su compañero Saúl Craviotto, en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Esta fue la primera medalla de oro del atleta nacido en Venezuela, pero que se fue a Galicia a los 11 años de edad cuando sus padres decidieron abandonar el país en busca de nuevos horizontes.
“España puso  a mi disposición los medios necesarios para poder donde estoy hoy”, es el motivo que da el palista para explicar por qué, a pesar de ser de origen venezolano, representó en Río al país europeo.
El piragüista, de padres venezolanos, nació en el estado Nueva Esparta, exactamente en La Asunción. Cuando tenía 11 años de edad sus padres tomaron la decisión de emigrar al país europeo.”Mi familia dejó Venezuela previendo la situación de crisis económica en la que se encuentra nuestro país”, dijo Toro. Sin embargo, comentó que cuando está en su hogar es como si nunca se hubiesen marchado de Venezuela.
Se declaró ser un fiel fanático de la gastronomía del país, especialmente la arepa y las lentejas, y del humor que caracteriza a los criollos. En su mente tiene buenos recuerdos de la nación que lo vio nacer y lo acogió sus primeros años de vida. El margariteño, residenciado en Zaragoza, extraña los hermosos paisajes que envuelven a Venezuela y su calido clima.
Casi toda su familia se trasladó a España, exactamente a Galicia, a excepción de su abuelo, Hernán Toro, quien se quedó viviendo en el país. Desde Venezuela es su fiel seguidor y estuvo al tanto de la actuación de su nieto durante los Juegos Olímpicos.
Cristian Toro probó con muchos deportes antes del canotaje. Durante los años que vivió en Venezuela practicó atletismo, rugby y kárate. Al mudarse de Galicia a Lugo, España, decidió darle una oportunidad al fútbol, el baloncesto y la lucha, pero nada lo atrapaba.
“Tomé la decisión de practicar este deporte a los 13 años de edad, en la ciudad de Viveiro, porque disfrutaba pasar tiempo en el agua al aire libre, además de que me brindaba oportunidades para viajar y conocer lugares alrededor del mundo”, recuerda el representante del canotaje.
Ahora que su excelente participación en Río 2016 ha llegado a su fin se dedicará a estudiar para formar parte del cuerpo policial. Esta fue la oportunidad más importante que ha tenido Toro en el piragüismo y la aprovechó al máximo.
Fuente: El Nacional

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