El keniano Eliud Kipchoge, gran dominador del maratón en el último decenio, se consagró campeón olímpico bajo la lluvia con una demostración de fuerza en los diez últimos kilómetros que acabó, uno por uno, con sus principales adversarios hasta llegar victorioso al Sambódromo en 2h08:44.
El
etíope Feyisa Lilesa, el que más tiempo aguantó junto a él, hasta el km
35, se consoló con la medalla de plata, a 1:10 minutos del ganador, y
el estadounidense Galen Rupp, que siete días antes había sido quinto en
la final de 10.000, subió al podio como tercero, a 1:21.
El maratón masculino, última prueba de atletismo en los Juegos, comenzó a las 9.30 horas en el Sambódromo con 155 corredores en la salida, la participación más alta de la historia olímpica.
El pelotón, con Kipchoge, a la cabeza, partió bajo la lluvia, con una humedad del 94 por ciento y
una temperatura de 22 grados, para dar tres vueltas a un circuito de 10
km y el trayecto restante por lugares emblemáticos de la ciudad.
Después
de ganar en Rotterdam 2004, Kipchoge, de 31 años, se había impuesto en
cuatro "majors" consecutivos: Chicago 2014, Londres y Berlín el año
pasado y Londres este año, con la mejor marca de la presente temporada
(2h03:05). Con sólo 18 fue campeón mundial de 5.000 metros en París
2003, batiendo a dos grandes, el marroquí Hicham El Guerrouj y el etíope
Kenenisa Bekele.
Entre los candidatos al podio estaban también
sus compatriotas Stanley Biwott, segundo en Londres este año con
2h03:51, y Wesley Korir y los etíopes Tesfaye Abera y Lemi Berhanu,
campeón y subcampeón en Dubai en enero pasado, así como Feyisa Lilesa,
vencedor en Tokio este año.
El ugandés Stephen Kiprotich,
defensor del título olímpico después de haber sido sólo cuarto este año
en Tokio con 2h07:46, y el actual campeón del mundo, el eritreo Ghirmay
Ghebreslassie, cuarto en Londres en abril pasado con 2:07:46, también
competían por las medallas.
Por estar en casa, también contaba entre los favoritos el brasileño Marilson Dos Santos, dos veces campeón en Nueva York.
Por
el km 10 (31:08), con el eritreo Ghirmay Ghebreslassie en cabeza, unos
60 corredores formaban todavía el grupo delantero en un margen de 10
segundos. El km 20 se pasó en 1h02:27 y el medio maratón en 1h05:55, con
Wesley Korir al frente de un paquete todavía con media centenar de
corredores.
Cuando en el km 24 se puso al frente el etíope Lemi
Berhanu, ganador en Boston este año, el grupo fue perdiendo unidades.
Kipchoge dejaba hacer junto a su compatriota Stanley Biwott, que en
abril le secundó en Londres con una gran marca de 2h03.51. Al paso por
el 30 (1h33:15) sólo quedaban once arriba.
Kipchoge se despojó de la gorra blanca con la que se cubrió durante 30 km y
empezó a colaborar con Berhanu. Sólo un segundo etíope, Feyisa Lilesa, y
el estadounidense Galen Rupp, subcampeón olímpico de 10.000 en 2012,
aguantaron con ellos.
Cuando Kipchoge se puso serio, Berhanu
cedió inmediatamente (km 33) y la lucha por el triunfo se redujo a tres.
Un kilómetro después, Rupp, miembro del grupo de Alberto Salazar y
compañero de Mo Farah, arrojó la toalla, y en el 35 el keniano, con el
rostro totalmente sereno, hizo gestos a Lilesa, que iba ya al límite,
como diciendo: aquí te quedas, que yo me voy.
En efecto, Kipchoge, con cinco kilómetros por delante, se fue alejando con su rodar acompasado, poderoso, inalcanzable, para obtener su octavo triunfo en nueve maratones.
Los
puestos de medalla no cambiaron, pese a que Galen Rupp se acercó mucho a
Lelisa. El defensor del título, Kiprotich, llegó decimocuarto en
2h13:32.
Fuente: Notitarde
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