David Rudisha lo volvió a hacer. El keniano de correr elegante repitió la victoria en Londres y ganó con 1:42.15, a pesar de los esfuerzos del argelino Makhloufi (1:42.61) por coger al masai. Bronce fue Clayton Murphy, el estadounidense (1:42.93).
La prueba de las dos vueltas, que ya no tiene nada de táctica,que se ha convertido en dos 400 a toda mecha hasta donde te lleve el ácido láctico, había arrojado una fabulosa exhibición de Rudisha hace cuatro años. De punta a punta, el Masai esbelto llevó al delirio a los británicos con su 1.40.91, que aún permanecen como récord mundial.
"Estoy cerca de aquella forma", había avisado en la víspera. Parecía una de esas muchas bravuconadas que se escuchan en las tripas del estadio Engenhao, donde los atletas pasan descalzos por delante de las teles. En su sueño estaba igualar el doblete que ya habían hecho el británico Douglas Lowe, en el periodo de entreguerras (1924 y 28), cuyo personaje estaba en el guión original de Carros de Fuego; el estadounidense Whitfield (1948 y 1952) y el legendario neozelandés Peter Snell (1960 y 64)
La prueba de las dos vueltas, que ya no tiene nada de táctica,que se ha convertido en dos 400 a toda mecha hasta donde te lleve el ácido láctico, había arrojado una fabulosa exhibición de Rudisha hace cuatro años. De punta a punta, el Masai esbelto llevó al delirio a los británicos con su 1.40.91, que aún permanecen como récord mundial.
"Estoy cerca de aquella forma", había avisado en la víspera. Parecía una de esas muchas bravuconadas que se escuchan en las tripas del estadio Engenhao, donde los atletas pasan descalzos por delante de las teles. En su sueño estaba igualar el doblete que ya habían hecho el británico Douglas Lowe, en el periodo de entreguerras (1924 y 28), cuyo personaje estaba en el guión original de Carros de Fuego; el estadounidense Whitfield (1948 y 1952) y el legendario neozelandés Peter Snell (1960 y 64)
"Estoy cerca de mi forma de Londres", había avisado en la víspera. Y lo demostro
El atleta que convenció un pastor irlandés de que debía probar en el 800 y no seguir los pasos de su padre Daniel, un excelente cuatrocientista, que ganó una medalla con el relevo largo de Kenia en 1968, había desaparecido los dos últimos años. Una lesión de rodilla lo apartó de los Mundiales de Moscú 13 y no emitió las mismas señales en las dos siguientes temporadas.
Pero en las series había dominado bien y afrontó la final por el pasillo de referencia, la calle 4. Rudisha salió como un rayo, pero en los 300 metros se le coló su compatriota Rotich, que frenó su cabalgada La primera vuelta se pasó en 49.23, a ritmo de récord.
El campeón inició entonces la caza y a faltando 280 metros cambió de ritmo, rompió el grupo y se imaginó que Rïo era Londres. El francés Bosse, cuarto, se lanzó en su búsqueda y reventó. Makhlouffi tuvo que hacer récord nacional para ser su estela, pero nadie le cogió. Es lo que tienen los grandes campeones. Ganan en la ocasión señalada.
Fuente: Marca.com
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