sábado, 18 de junio de 2016

Cristiano, en la pira



Eurocopa 2016  Portugal 0  Austria 0

El jugador del Madrid dispuso de varias ocasiones, erró un penalti y le anularon un gol por fuera de juego

La nostalgia es algo idiosincrático para Portugal. Nostalgia y decadencia no son lo mismo, pero pueden encontrarse cuando el aprecio por el pasado no deja construir el futuro. Su selección se encuentra en esa encrucijada. 

Es como un viejo buque que lo fía todo a su mascarón de proa. El problema es que el mascarón no es el timón, es que Cristiano no marca el rumbo y no marca, vestido de rojo, tanto como de blanco, tanto como antes. La prueba es el punto de penalti, el lugar donde es más infalible que ninguno. Desde ahí asciende a la pira de esta Eurocopa, sufriente, pendiente de un último acto contra la chispeante Hungría.

Ricardo Carvalho, a sus 38 años, forma pareja con Pepe, y es, pese a todo, de lo más equilibrado. No se anticipa como antes, pero tampoco pierde el lugar. La posición es uno de los valores clave en un central, porque permite defender con menores esfuerzos. 

Carvalho estaba en la Portugal que perdió la Eurocopa en su casa, ante Grecia, hace 12 años. También Cristiano, entonces el debutante más joven de Portugal. Contra Austria se convirtió en el futbolista con más internacionalidades de su país (128), por delante de Figo. Triste día para una efeméride. También jugó entonces Pepe, hoy con 34 años. Por comparación, de los españoles que disputaron aquel torneo, únicamente sobrevive uno en este torneo, en el banquillo. Es Casillas.

Esa Portugal, pues, empuja por una mezcla de valores que no tienen que ver necesariamente con el concepto de equipo. Hay tablas, hay gol, pero no hay frescura. 

Es la peor desde la eclosión de la gran generación, a principios de este siglo, a la que el fútbol negó un título que merecía. Indefinida en su juego, con un mediocentro lento, como William Carvalho, busca a Cristiano desesperadamente. 

Pero incluso en el jugador incombustible hace mella el tiempo. El madridista busca ahora busca su refugio en el remate y deja para otros el desborde. Esa tendencia ha sido palpable ya esta temporada en el Bernabéu. Contra Austria, pasó la mayor parte del tiempo en el área, desde donde conectó balones pero sin encontrar el que aguardaban sus compatriotas. 

En su corazón estaba cuando fue derribado por Hinteregger. Rizzoli no tuvo dudas. No las había. Cristiano lanzó colocado, porque ya había comprobado la eficacia de Almer. El poste escupió a la esperanzada Portugal.

Lo mejor del equipo luso llegó por sus bandas, y es que este país ha sido siempre un buen productor de extremos. Figo, en el palco del Parque de los Príncipes junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha sido el mejor. Nani y Raphael, éste último como lateral en progresión, en la izquierda, llevaron la mayor parte del peligro. Raphael es uno de los futbolistas a seguir para el futuro, rápido, asociativo y profundo. Nani cabeceó, asimismo, al palo. Una de las combinaciones de ambos propició la primera gran ocasión de Cristiano. En lo sucesivo, se encontraría con Almer, ya fuera para repeler un disparo o evitar un remate en el que se elevó poderosamente en el área. Ahí su catálogo no ha menguado.

Portugal elevó el ritmo de juego tras el descanso frente a un rival con escasa contestación. Esta Austria ha menguado en la Eurocopa con respecto a la fase de clasificación. 

El mayor peligro lo creó Harnik en los primeros minutos. Alaba, el mejor activo de la selección de Koller, por su jerarquía internacional, contribuyó escasamente al flujo ofensivo desde su posición de mediapunta, muy distinta a la de lateral que ocupa en el Bayern. 

Un disparo de falta fue lo poco que dejó en el partido antes de abandonar el campo, sustituido. No era día para estrellas. Hasta la más brillante se apaga.

Fuente: El Mundo / España

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