Con los brazos y la cara reposados sobre la nevera Julián Aguirre espera a sus dos trabajadores. Su rostro es reflejo de malas noticias. Está preocupado. A las 6:00 a.m. como todos los días llegó a su negocio para organizar todo, pero se consiguió con toda la mercancía dañada. Los 65 kilos de carne que aún tenía para la venta sufrieron las consecuencias de los constantes cortes eléctricos y se sumaron a la más de una tonelada que se ha descompuesto en el Periférico La Candelaria.
A sus empleados les dio la jornada libre apenas los vio. Debía esperar hasta el día siguiente por un nuevo despacho. En promedio 50 kilos han perdido cada uno de los 27 comercios del lugar lo que significa que mil 350 kilos han tenido que ser desechados.
Eso se traduce en dos millones 700 mil bolívares en pérdida. Humberto Flores, presidente de la Asociación de Expendedores del Periférico, alertó que el Plan de Administración de Carga se ha agregado a la crisis que vive el sector que está condenado a desaparecer si las condiciones actuales se mantienen.
La petición es que se suspendan los racionamientos en el mercado o se limiten a horas nocturnas, que aunque igual afectaría la calidad de la mercancía, al menos no interferiría con los horarios de venta.
Paralización en puertas
Cada vez es menos lo que se vende. De seis reses semanales que en promedio salían en cada negocio, actualmente solo se logra vender la carne de medio animal. Todo como consecuencia del mermado poder adquisitivo de los consumidores ante los precios que se incrementan hasta en 20% al mes.
Se trata de dos mil 200 kilos por establecimiento que se han dejado de colocar en el mercado por la crisis económica. El kilo del ganado es vendido por los proveedores en dos mil bolívares, a eso hay que agregarle que el 60% de la carne se pierde en el proceso de deshuese y sumarle los gastos mínimos operativos de pago de nómina, canon de arrendamiento y servicios públicos.
En total el kilo de carne se vende al consumidor en tres mil 200 bolívares. Un precio que pocos pueden pagar y que se traduciría en la paralización de la actividad comercial en el lugar. El jueves 5 de mayo los propietarios de los 27 establecimientos se reunirán para tomar una decisión.
Fuente: El Carabobeño
0 comentarios:
Publicar un comentario